Las comunicaciones tienen un rol en los procesos transformacionales. Y hoy se torna más Digital, lo que permite una comunicación rica con acciones de hechos tangibles que se hayan realizado de manera directa y real sin un carácter transaccional, testimonios y experiencias de personas “comunes y corrientes”.
Pero también es necesaria una estrategia multicanal, que aproveche todos los touchpoints o puntos de contacto con el cliente, para transmitir el mensaje. El estudio “Empresa y Comunicaciones para los nuevos tiempos”, elaborado por Cadem y la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), constató que un 50% de los encuestados cree que hoy existe “demasiada información dando vueltas y es imposible procesarla toda”.
Junto con lo anterior, para poder comunicar antes hay que escuchar continuamente a la audiencia y los diferentes públicos de interés, y ese es el primer desafío. Queremos escuchar y entender para poder determinar los ajustes que son necesarios hacer, o la nueva dirección que es necesario tomar. Pues la comunicación se torna más bidireccional, interactiva y relacional. Lo cual la hace más enriquecedora y relevante.
¿Qué contar?; ¿cómo generar un Storytelling? Creando narrativa con historias reales, entendiendo el contexto. Y las audiencias a las que van dirigidas, de manera segmentada, categorizada e incluso personalizada. El relato de las empresas debe ser capaz de contar esas historias empáticas, propositivas y que valga la pena contar.
La marca no debe ser un espectador pasivo sino más bien un actor protagónico que se involucre desde lo relevante para el quehacer cotidiano de las personas. Esto se inicia por tener una capacidad de “escucha” instalada para luego articular los contenidos prioritarios. Por ejemplo, en el contexto actual se espera y es deseable que las marcas sean sensibles con la realidad más compleja que están viviendo muchas personas con el incremento del costo de la vida.
El segundo desafío es vincular las comunicaciones con el “Propósito de las compañías”. No se trata de cualquier propósito sino de aquel que está ligado a la identidad de una empresa: “Ser y parecer lo que declaras como un ente vivo”.
Queremos que el propósito corporativo sea resonante y se comprometa con aquello que le importa a la sociedad. Que sea creíble, y llegue a las personas, las entienda y las haga parte del compromiso establecido.
Con un Storytelling que explique esta “razón de ser” o el reason why, es la única forma de activar partes del cerebro que integran la historia con las ideas y experiencias de la audiencia y que nos transporta a un hecho similar que nos haya ocurrido basado en las emociones.
La invitación es comenzar a construir este 3.0 de las comunicaciones corporativas, identificando y expresando contenidos relevantes, historias bien contadas en primera persona como una forma de llegar al corazón de clientes, comunidades y colaboradores con empatía y transparencia.